No tenerte
junto a mí,
Me hace
realmente infeliz,
Pues pensé
que nunca te perdería,
Que nunca te
alejarías;
Y un día,
Donde el sol
sonreía,
Para mí, el
dolor se encendía.
Simplemente
te marchaste,
Sin siquiera
avisarme,
Me partiste
el corazón,
Y yo sin
saber la razón
De porque
Dios te llamó.
Pero pronto
tuve que afrontar,
Esa triste
realidad,
Y que nunca
más
Te volvería
a mirar
Sólo me
queda
Mirar atrás
y recordar,
Por todo lo
que tuvimos que pasar
Y siempre
tener presente
La gran
seguridad
De que junto
a Dios estás
Y aunque te
tuviste que marchar
Nunca te vas
a abandonar,
Y estés,
donde estés
Me vas a
guiar
Para hacer
lo mejor
En la vida
que Dios me dio,
Y que allá,
donde actualmente estás
Nos volveremos
a encontrar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario